sábado, 1 de junio de 2013

La armonía invisible es mas fuerte que la visible (Heráclito)

 Recordemos la famosa ecuación de Einstein que todos conocemos, E=mc2 , que dicta que la energía existente es 90 000 millones de veces (c2) la materia existente. Esto implica ampliar nuestra mirada, abrirnos a ver que la mayoría de la realidad ( materia y energía) no se manifiesta materialmente, sino de manera más sutil, por lo que llegar a ella, es quizá un poco más complicado para nuestra estrecha mente. Así, se sabe que somos materia y energía al mismo tiempo, que pese a ser individualidades, formamos parte de un todo único, coherente y ordenado. Pues todo es uno y y lo mismo.

La luz, es una energía de tipo electromagnético-radiante, real, tangible cuantificable y regido por las leyes de la física. El foton es la partícula portadora de todas las formas de radiación electro magnética. Como onda electromagnética (una onda electromagnética es un tipo de radiación en forma de onda, que se caracteriza por poseer un campo eléctrico y otro magnético, oscilando perpendicularmente entre sí) tiene una velocidad finita (que depende de la onda y del medio) y cumple con los fenómenos físicos de REFRACCIÓN (cambio de velocidad de una onda cuando pasa de un medio a otro y puede implicar un cambio de dirección), PROPAGACIÓN (las ondas se propagan en linea recta mientras no sufran influencias externas o cambien de medio) y DIFRACCIÓN, INFERENCIA, REFLEXIÓN( cambio abrupto en la dirección de la onda cuando ésta llega a la unión de dos medios diferentes, regresando al medio original) y DISPERSIÓN, POLARIZACIÓN (representa la orientación en la oscilación de la onda y el campo eléctrico) y EFECTOS QUIMICOS (consiste en la capacidad de algunas substancias de absorber luz para alcanzar los niveles energéticos suficientes para llevar a cabo reacciones que den lugar a una estructura más adecuada o romper algún enlace. (ejem: la generación de azúcares de las plantas por medio de agua, sol y C02. Se acepta por concepto básico de espectofotometria, que las moléculas tienen la capacidad de girar al ser estimuladas por la luz, logrando la formación de estereoisomeros que no son otra cosa que moléculas idénticas a las originales en composición, pero con una conformación tridimensional diferente. Es ésta la formación de estereoisomeros a nivel molecular la que activa o inhibe las señales químicas que a su vez inducirán cambios a nivel de tejidos y sistemas. Todo esto implica una estrecha relación entre los seres y su entorno pues la con la luz que llega del exterior, es con la que se interacciona.

Frintz Albert Popp descubrió en los años 80, que las células emiten una luz muy débil, una radiación coherente y armónica que se transmitía de unas a otras, creando canales de comunicación entre ellas. Encontró fotones examinando el tallo de una planta, que al acercarlo al otro tallo, compensaba la radiación de esa energía liberada entre ambas. Los biofotones son energias liberadas en forma de luz, que se distinguen de la capacidad de producción de luz (quimioluminiscencia) de ciertos organismos vivos, muy extendido en todos los niveles biológicos, por la ausencia de mecanismo enzimático relacionado y por una magnitud o intensidad ultradebil que la caracteriza, de emisión en la superficie de los tejidos vivos en el orden de 10 a 1000 cm2/seg. Comprobó así que esta energía liberada en forma de luz, que esta radiación, esta “luz fotonica”, puede transmitir gran cantidad de información. Por medio de los biofotones se realiza una permanente retroalimentacion entre los organismos y el entorno, un diálogo de luz entre la materia orgánico. Los biofotones son producidos por la luz, que transmite la información necesaria, e indica cuándo se ha de producir un proceso bioquímico. De hecho, en la práctica, los biofotones parecen ser el origen de todos los procesos biológicos. La ley universal que viene dada y que es transmitida a todos los seres que lo conforman.